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El aire acondicionado siempre se ha considerado un elemento de confort, pero también lo es de seguridad. Preservar este elementos es tarea imprescindible para el bienestar del conductor.
Obviando la más evidente, el aire acondicionado tiene otras funciones para el bienestar del conductor. En invierno, por ejemplo, permite desempañar el parabrisas y preservar así su mantenimiento sin miedo al desgarre.
Una de sus funciones menos evidentes es su capacidad para filtrar el aire. En su interior, posee un filtro llamado “filtro de habitáculo”. Gracias a este pequeño filtro, el aire que llega al interior del vehículo está libre de bacterias y otros agentes indeseados, cuidando de la salud del conductor. Por ello, cuidar de su preservación sería esencial para mantener el bienestar del conductor.
Se aconseja cambiarlo todos los años y controlar el sistema de aire acondicionado. Además, son operaciones muy comunes durante las revisiones de los vehículos.
Sin embargo, si hace mucho que su coche no va a una revisión, hay señales que podrían informar de un mal funcionamiento del filtro del aire acondicionado. La más evidente y famosa es el mal olor, parecido al hedor que desprende el moho.
Otro signo esencial es la suciedad constante en el panel de instrumentos o la eliminación del vaho. Hay que estar pendiente de todos estos signos para cambiar o reparar el aire acondicionado del coche.
Se recomienda encenderlo 10 minutos al mes, independientemente de si es invierno o verano. De esta manera, se estará siempre atento a cualquier cambio o posible reparación que necesite el vehículo.
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